Cartas Norteñas

Autor/es
Enrique Soto Meza

Pedro Cox Martínez a Edgar Cruz

Muchas gracias por todo primo. Ayer tempranito antes que saliera nuestro dador de vida, por ahí como a las cinco en punto, por fin se nos hizo llegar a un ranchito disque cerca de San Antonio. Este lugar parece un desierto, ni una tienda a la vuelta, no podemos salir ni a lavar las garritas que traemos ahí. Ya nos dijo el Guacho que hoy en la noche pasa un tráiler pa’ irnos a Nueva York. Siento rete harta emoción nomás de pensar que ya estoy en suelo gabacho. Tengo mucha hambre y no nos han traído ni siquiera un taco de frijoles, aquí nos tienen encerrados, dice un don que es muy peligroso salir porque fácil, fácil, nos agarra la migra con tan sólo asomar las narices por la puerta. Gracias a Dios encontré este papel y mi compadre Juan me prestó una pluma para poder darte noticia de nosotros. Gracias a San Pedrito estamos bien, hambrientos pero todavía coleando. En la noche cuando llegue el tráiler, a ver como me las arreglo pa’ darle el sobre con esta carta al conductor y darle pa’ que compre estampillas y te lo mande a la dirección que me diste. Cuando lleguemos a Nueva York te vuelvo a escribir lo más pronto posible pa’ avisarte donde andamos.

 

Del mismo al mismo

Primero que nada recibe artos saludos de parte de la familia acá en Broadway. Todos están re contentos por que al fin se les acabaron los días de desvelo y espera de nuestra llegada. Acá llegamos con la tía Chata, no sé cómo le hizo pero a pesar de tener como treinta gentes aquí con ella, todavía nos acomodó por ahí en un rinconcito. Ya conseguí un trabajito lavando trastes en un hotel. Tenías mucha razón cuando me aconsejaste que mejor me esperara para venirme cuando empezara el invierno, así como le había hecho antes. Todo el camino estuvo muy cañón. Desde que salimos del rancho nos empezó muy mala suerte. Primero nos asaltaron en Veracruz, justo mientras veníamos de aventón con unos señores muy amables por cierto. Por suerte había guardado unos centavitos dentro de mi calcetín, si me hubieran dejado a raíz igual y ni hubiera llegado hasta acá. Pero eso es sólo el comienzo, sabes, no sé por que la policía es tan corrupta y tan hija de su pinche madre en nuestro país. Te digo esto porque justo en la frontera unos disque federales nos detuvieron a media calle diciendo que nos iban a cargar por andar mendigando. Apenas habían pasado unos cinco minutos después que nos bajamos del camión cuando estos dos sujetos nos querían esposar y llevarnos a dar una calentada. Lamentablemente así es la cosa en México, como te ven te tratan, que barbaridad. Nos llevaron a una mentada cárcel, me quitaron quinientos pesos, nos amenazaron, querían sacarnos no sé qué sopa, después de un rato vieron que nosotros nada que ver con su asunto y nos dejaron ir. En seguida nos pusimos a investigar una manera de cruzar al otro lado. Intentamos cruzar tres veces seguidas hasta que a la cuarta pudimos llegar al ranchito del que te había platicado. Ojalá te haya llegado la carta que le di al camionero. Ahora en vez de darme gusto por estar acá, me da harta tristeza cuando pienso en todo lo que dejé en el rancho. Es difícil ganarse la vida allá, pero nunca podré dejar de extrañar a mi familia, ellos son quienes más me preocupan en estos momentos.

 

Edgar Cruz a Pedro Cox Martínez

Primo, sé lo difícil que es estar lejos de los tuyos, tú eres un hombre muy fuerte, no dejes que la distancia te cause tristeza. Es mejor pensar que todo lo bueno que estés pasando también lo puedes compartir con tu familia aunque no estés con ellos. Además puedes llamarles por teléfono de vez en cuando. Piensa que todo lo que harás serán puros premios a cambio de todo el dolor y penas que pasaste en tu camino. Después de todo mírate dónde te encuentras y todo lo que puedes hacer desde acá.  Me da mucha tristeza y coraje la situación por la que está pasando México en estos momentos, aunque acá en el norte la cosa no esta muy sencilla. Si en nuestro país tenemos un títere como presidente acá hay un payaso que quiere ser elegido como presidente. Este entretenedor de circo cree que puede cambiar algunas leyes de migración y otras tonterías, pero en realidad no tiene idea de lo que dice. Allá en México la misma policía abusa de su autoridad, desaparece a jóvenes alumnos y los priva de asistir a clase. Aquí anda mucho perturbado asesinando a sus compañeros estudiantes. Justo hoy por la mañana mientras desayunaba veía en las noticias que se acababa de llevar a cabo otro tiroteo. La situación es triste, depresiva, tengo miedo y nada puedo hacer más que seguir viviendo en un país donde todo parece hermoso y perfecto, pero la realidad es tan dura como el concreto de sus largas autopistas.

 

Pedro Cox Martínez a Edgar Cruz

Buen día primo, estos días hemos estado muy apagados, espantados, con miedo de salir al trabajo. Como bien sabes, acaba de ocurrir una desgracia acá donde estamos. Ese día por la mañana cuando llegué a la chamba, escuché que acá en una ciudad cercana, creo que Manhattan, dicen que ahí hubo un ataque a unas torres y que muchísima gente murió. Por todas partes se escuchaban las sirenas: ambulancias, policías, bomberos, rescatistas y hasta voluntarios había ayudando a los muertos y heridos. A mi me queda muy lejos el lugar donde pasó todo, aun así, tuvieron que suspender labores en todo el hotel sin ninguna explicación a los empleados. Un par de días después me di cuenta que nunca volvería a ver en el camión a la señora morenita, nomás los dientes y sus ojitos eran blancos. Muy triste fue nunca verle otra vez. También había muerto un señor que vivía dos pisos debajo de con mi tía. Ya no veo de lejos las dos torres que llegaban hasta el cielo. Ya junte un dinerito y estoy pensando en irme a vivir con mi cuñado, dice que hay arto trabajo allá y que pagan bien. Pues quiero que sepas que ya compré mi boleto pa’ irme los primeros del mes que entra. En Michigan estaré más a gusto y sin tanto miedo, pídele a Dios me valla bien y hasta me traigo a mi señora y mis hijas. Te deseo lo mejor primo, ojalá que un día nos volvamos a ver.

 

Edgar Cruz a Pedro Cox Martínez

Ya sabes primo que cuentas conmigo para lo que necesites. Dentro de un par de meses me darán vacaciones pagadas y estoy planeando ir a visitarlos sirve que me llevo a mi señora y mi niño para que los conozcas. Me imagino que trabajarás en el concreto con tu cuñado, creo que es a lo que se dedica. Verás que todo saldrá bien, a mi me gusta el pueblito donde viven allá en Michigan. En cuanto a traerte a mi prima, te aconsejo que lo pienses bien, ella es mujer y es más peligroso y más duro el camino hasta la frontera. Además tienen que pasar los peligros que en esos lugares abundan a diario. Tú bien lo sabes primo, no es nada sencillo llegar hasta acá. Mejor mándale lo que vallas a gastar en traértelas. Estamos en contacto, deseo tengas mucho éxito allá donde estés.

enriquesoto831@gmail.com